En casi todas las poblaciones fundadas durante el periodo de la conquista en América, se erigió un templo religioso en honor a Santa Barbara Mártir. Esta advocación Mariana resulto ser a su vez en la que mayor identidad encontraron los pueblos africanos con sus creencias, durante su dispersión por el Nuevo Mundo.
Indígenas, gitanos, negros y posteriormente europeos, fusionaron sus creencias en América originando un sincretismo que es posible ver y entender en localidades como Usaquén, donde en la Iglesia de Santa Barbara se aprecian las expresiones españolas, africanas e indígenas; y en su emblemático mercado de pulgas es posible hallar expresiones gitanas, todas ellas raíces que conformaron a los colombianos.